lunes, agosto 30, 2010

CRÓNICA: Bajo el agua

Comunidades en Minatitlán están incomunicadas; las familias prefieren correr el riesgo de que el agua los alcance que a salirse de sus casas rodeadas por ríos desbordados.


Israel Roldán
roldan@marcha.com.mx
Twitter: @israel_roldan

Minatitlán (Veracruz).- Son bravos los ríos de la cuenca. Y con la permanencia de las lluvias en el sur del estado no dejan de soltar bravatas de que seguirán desbordándose hasta rebasar la cifra de 100 mil damnificados.

En el Papaloapan son al menos 650 comunidades afectadas, particularmente de los municipios de Cosamaloapan, Tlacotalpan, Minatitlán y Chacaltianguis.

Éste es quizá el más cubierto por el agua. Sus calles están anegadas; sobre las azoteas se ve a la gente que ondea telas blancas para que sean vistas por los helicópteros que sobrevuelan.

Las inundaciones han frenado en estos lugares la vida laboral y productiva de las familias. En estos días es posible andar de un lado a otro sólo a través de lanchas, así es como se entregan víveres y se saca a la gente de sus casas que, en principio, se niegan a abandonarlas por temor a la rapiña.

En la región de Cosamaloapan los daños mayores son a los cultivos, incuantificables aún. El ganado ha corrido con mayor suerte pero también hay pérdida de cabezas. Son pocas, pero son.

La petrolera ciudad de Minatitlán también tiene daños. El río Coatzacoalcos desbordó sus aguas que cubren algunas de las calles enclavadas sobre el malecón.

Ahí los comercios han tenido que cerrar y sus propietarios dar la mercancía por perdida. Como en noviembre de 2008, comienzan a evaluar las afectaciones y la forma de levantarse de ésta otra inundación.

En ese municipio comenzaron los trabajos de remediación con maquinaria que desfoga el agua que cubre las calles. Ahí ya hay atención a la población.

En donde no hay siquiera parada de autoridades municipales es en las comunidades afectadas. El Iguanero y Campoacán son dos de éstas. El desbordamiento del río Cuachapa los tiene incomunicados desde hace cinco días.

Para sus habitantes únicamente es posible volver a sus casas en las lanchas que se apuestan al lado del paso carretero interrumpido por la corriente.

En Campoacán, según los pobladores, habitan alrededor de 2 mil personas. La mayoría decidió quedarse en sus viviendas para no arriesgar sus pertenencias.

“Se han quedado para cuidarse del raterismo”, dice Adrián Salomé Ruiz, uno de los que atendió las medidas preventivas al dejar la comunidad.

A unos kilómetros de ahí, en El Iguanero, hay alrededor de 76 viviendas. Es una localidad que cerca al río. Marisela Hernández González es la agente municipal de la comunidad.

“Tenemos de a dos, tres días con agua en las casas. Acá nos dedicamos a trabajar en las compañías, salimos a la ciudad, pero ora (sic) sí no hemos podido ir porque estamos incomunicados porque pues no llega el servicio para transportarnos, siempre lo hacemos en camionetas pero ahora hay que hacerlo a través de las chalupas”, afirma.

Se niegan a salir
de sus viviendas

En Campoacán aún hay familias que realizan maniobras para subir sus pertenencias a lo más alto de sus viviendas, a las que solamente se entra al recorrer siete minutos en lancha que flota a metro y medio del nivel normal de la tierra.

Con Santiago Ribbon Mayo, un trabajador de la refinería de Minatitlán, se tuvieron que alojar 16 personas más, todos familiares.

Asegura que no dejan sus casas porque tienen miedo al robo que se da cada vez que se registran inundaciones.

- Tenemos que defender un poco lo que nos queda. Mientras tengamos espacio donde dormir, donde estar, pues acá pensamos quedarnos otro rato –asegura.
- ¿Cuántos están ahora en la casa?
- Estamos viviendo cuatro familias. Acá al lado vive mi hermana y como su casa se fue a pique pues le dimos asilo acá, somos 17 personas entre niños y adultos.
- ¿Y no piensan salirse?
- Estamos escuchando que va a seguir creciendo el río, no ha parado de crecer, hoy fueron como tres pulgadas; creo que sí nos vamos a salir pero nada más que veamos que el agua nos esté llegando arriba (…) y que sea lo que Dios quiera.

En toda la Cuenca del Papaloapan se tiene registro de 8 mil personas albergadas. En la zona de Coatzacoalcos se activaron mil 700 albergues. Además se contabilizan 30 mil casas con daños y 100 mil personas damnificadas, aunque la cifra seguirá en aumento.