lunes, mayo 31, 2010

En búsqueda del foro público

Por Israel Roldán | Dunia Verona Campos Rodríguez
Escuela de Periodismo Carlos Septién García

Resumen

Pensar en las sociedades modernas sin medios de información sería como remontarse a la era del Neanderthal (entre 100,000 y 30,000 años a.c.), cuando se inició el lenguaje oral con sus limitantes de comunicación.

Negarse ahora a la libertad de información -inherente al ser humano-, inhibiría el desarrollo en la sociedad y la estructuración de nuevas culturas.

Estas concepciones conducen a la práctica moderna del periodismo que en el siglo XXI no puede ser concebido sin las herramientas de la tecnología que posibilitan la interacción con los lectores.

En este ensayo se hace un análisis de los medios de comunicación, el ejercicio periodístico bajo características digitales y los ciudadanos como una tríada que converge en el denominado foro público.

Plataformas digitales y la búsqueda de foros públicos

El periodismo enfrenta nuevos retos con el siglo XXI y los emprendedores de la red: los medios informativos requieren ajustar sus espacios y crear plataformas digitales para generar foros públicos.

El surgimiento de éstos se ha justificado por la vocación a la apertura y retroalimentación de los periodistas; por el alcance que dan esas herramientas a los comunicadores, los recursos y lenguajes para explotar todas las posibilidades del oficio.

Aunque en México no hay fórmulas exitosas, sí ideas novedosas en los medios periodísticos sobre lo que debieran ser estos sitios digitales.

Son estas plataformas las que permiten inferir sobre temas de interés común y generar reacciones del lector.

Sin embargo, no es posible imaginar este nuevo escenario sin reflexionar sobre la crítica y el comentario, motivados por ese espacio que es concebido como convergencia de ideas e interacción con los periodistas.

“Las tecnologías han dado más vigor a ese foro, su velocidad e inmediatez han incrementado su poder para distorsionar, confundir y mermar la importancia de otras funciones de la prensa libre” (Kovach y Rosenstiel; 2003:185-186).

Por eso cabe la pregunta sobre si la modalidad de los foros públicos adoptados en el ejercicio periodístico contribuye a llamar la atención del ciudadano sobre determinados temas, de tal forma que se aliente su reflexión.

Y es que, es cierto, los medios de información tienen derecho a una posición editorial, pero no así a imponer a la sociedad instrumentos de indoctrinación y de causas particulares. El periodismo para ser creíble debe ser respetuoso de las ideas ajenas.

Es común que derivado de la lectura del periodismo de opinión, los criterios de veracidad y lealtad al interés público de sus autores sean sometidos al escrutinio del lector.

“Así pues, el periodismo debe proporcionar un foro para el debate y el compromiso públicos. Ahora bien, en esta nueva era de los medios es más importante, no menos, que ese debate público se construya sobre los mismos principios que el resto del periodismo, empezando por la necesidad de atenerse a la veracidad, los hechos y la verificación. Porque un foro sin consideración por los hechos no es un espacio de información. Un debate basado en los prejuicios y las suposiciones no es más que provocación” (Kovach y Rosenstiel; 2003: 187).

Bajo esa premisa, debería entenderse que la participación ciudadana registrada en los portales electrónicos es motivada por estos espacios editoriales.

Pero cómo justificar que la crítica y el comentario no son formulados con base en la reflexión del lector y el buen uso del lenguaje. La respuesta, quizá, conduce a echar abajo la afirmación sobre que:

“La función de foro público de la prensa posibilitaría la creación de una democracia incluso en un país enorme y diverso, alentando lo que James Madison y algunos otros consideraban las bases sobre las que se asienta la democracia: compromiso, compromiso, compromiso” (Kovach y Rosenstiel; 2003: 186).

El mal uso del lenguaje no es unidireccional. Se conduce de los comunicadores hacia el lector y viceversa. Ante esa situación, algunos periodistas lamentan la confusión de la utilidad de los foros públicos creados a partir de la necesidad de interactuar de ese binomio. Raymundo Riva Palacio es uno de ellos:

“En los medios de comunicación se encuentra el espejo de ese lenguaje. Claro, es que como dijo el entrenador de la selección mexicana de futbol Javier Aguirre, en este país ‘estamos jodidos’ por la inseguridad y la violencia, desatada por esos ‘hijos de puta’ (los criminales), como los describió con una gráfica oratoria ejemplar el historiador Héctor Aguilar Camín, mientras el ex presidente Vicente Fox acusa a los gobernantes de México de estar ‘echando la güeva’. Uno podría rematar, como escribe cotidianamente Marcela Gómez Zalce, una de las columnistas más leídas del periódico Milenio, con la afirmación: ‘Chingón” (El País; 2010).

Pese a los recovecos expuestos, no debe olvidarse que internet posibilita la interactividad sin tener que pedir permiso a nadie para enunciar, “ampliar hasta cifras universales la cantidad de información disponible, concatenar imagen, texto y sonido hasta impulsar cambios de comportamiento sociales y culturales (Zepeda, José; seminario internacional “Compromiso con la libertad de expresión 2009”).

Los nuevos retos del periodismo en el siglo XXI y las plataformas digitales concebidas como foros públicos obligan a replantearse la concepción de los medios y la función misma del ejercicio periodístico bajo el entendido en que esas tecnologías comunicacionales cambian a la sociedad.

Deformación del foro público; casos prácticos

Las versiones on line de los diarios de circulación nacional dan lugar a la comunicación de dos vías; sus plataformas digitales confieren al lector el poder en la interpelación y la valoración sobre los productos periodísticos de opinión que se ofertan.

Establecen relaciones comunicativas entre el medio y los lectores presupuestando que en la retroalimentación habrá crítica y comentario sensato, que éstos emerjan y fomenten el debate de temas de interés público. Sin embargo, el resultado de la interacción no siempre es el diálogo civilizado y propositivo.

Particularmente, son los artículos y columnas los que generan polémica y ataques frontales a los autores.

Para fines prácticos, se retoman algunas interpelaciones de lectores sobre los siguientes textos:

Comentario al artículo “Mis razones” del presidente nacional del PAN, César Nava Vázquez, del nueve de marzo de 2010 en El Universal:

“Cesar, como panista que soy, me siento muy disgustado contigo por que mentiste mucho frente a los medios, te las diste de muy sacale punta y al final quedaste como muy, pero muy pen de jo. ¿Como quieres que crea en ti y en mi partido?. Estoy de acuerdo que el PRI no ha cambiado nada y sigue siendo el Cartel de mafiosos que debemos vencer, pero contigo al frente no veo como. Ponte las malditas pilas, deja de ser "Chorero" y mas acciòn papacito, quiero menos palabras y mas resultados. Hablas mucho y dices poco. Si no puedes renuncia, asi de fácil”.


Comentario al artículo “Twitter nos quiere matar de miedo” del periodista Ciro Gómez Leyva, del 25 de febrero de 2010 en Milenio:


“Si a Ciro Twitter lo quiere matar de Miedo, una noche en Reynosa hace que se zurre en los calzones y que luego se coma su propia m.ie.r.da. Perdón por las expresiones anteriores, pero las palabras de este sr son una ofensa la gente que morimos (porque no vivimos) a diario esta maldita realidad. Cuando tienes miedo que en cualquier momento te llamen de la escuela para que recojas a tus hijos xq algo está pasando, cuando te da miedo salir a tu trabajo, cuando vas al supermercado nada mas xq es necesario y cuando sabes que en cualquier momento te toca a ti te bajen de tu carro y perder parte de tu patrimonio en un minuto, porque al vecino, al amigo, al hermano ya le pasó. Cuando estos malditos miran con lascivia a tu hija y a tu mujer y no puedes ni levantar la cabeza, entenderá lo que es realidad morir de miedo. Soy Reynosense de toda la vida, yo al igual que mis conciudadanos sabemos lo que en realidad está pasando. Que decepción don Ciro, que decepción, y una verdadera ofensa a toda la gente de la frontera que en realidad tiene motivos para morir de miedo. Dios lo libre a usted y a su familia de algo similar...”.

También hay casos sobre los que protagonistas del hecho noticioso se definen como los principales interlocutores del lector:

Comentario a la nota informativa “Renuncia Gómez Mont al PAN”, publicada el 10 de febrero en Reforma:

“Felicidades señor secretario, el pan esta lleno de gente sin convicción y con falta de tamaños”.

Comentario a la nota informativa “Confirma Peña pacto escrito PRI-PAN”, publicada el 10 de febrero en Reforma:

“CINICO Y SINVERGÜENZA!!! ‘...pero puede ser una vinculación moral...’ El hijo de la RATA-MONTIEL y pertenciente al PRIncipla grupo de RATAS en México se queja de falta de MORAL, en la TARAVISIÓN. Pobre México!”.

Además, cuando las enunciaciones de los lectores se contraponen y son consideradas ‘fuera de lugar’, la interacción también se manifiesta entre iguales. Un ejemplo de ello es con inferencias tales como:

Comentario al artículo “No me regalen flores” de la periodista Lydia Cacho, del ocho de marzo de 2010 en El Universal.

“Creo que lo peor de El Universal Online son los comentarios que sueltan los analfabetas funcionales. No, hay algo peor que eso, son clara muestra de lo que piensa esta sociedad retrógrada. No me impresionó el escrito de Lydia hoy, no es nada nuevo, como tampoco lo es la mentalidad machista vertida en los comentarios al respecto. Mujer u hombre, hay que ver todos los días como una lucha para ser mejor ser humano”.

Los retos del periodismo en el siglo XXI son mayúsculos. Ahora debe no sólo abonar al buen ejercicio del oficio por parte del periodista, sino además motivar la reflexión, la educación y el buen uso del lenguaje de quienes interactúan en los espacios concebidos como foros públicos.

Deben evitarse, entonces, los vicios que se registran y el impulso de debates asentados en las suposiciones y prejuicios que generan reacción sin deliberación.

Foro público: apertura versus ‘mordaza’

Las características propias del periodismo digital obligan a los medios a diseñar mecanismos de participación que no operen bajo la sombra de la mordaza.

Se busca encauzar las inquietudes ciudadanas de tal manera que el foro público no mute en “vertedero en el que todo cabe –lo sublime, lo pertinente, lo inocuo y lo deleznable– sin mayor criterio que el de quien arroja y quien pepena” (Alvarado, 2010).

Ante los vacíos de información y la considerable falta de espacios para el diálogo, el ciudadano ha encontrado en las plataformas de interacción que despliegan los medios digitales la oportunidad para integrarse al debate público.

El trato y la consideración por los lectores así como por la interacción que se genera determinan el juicio del medio sobre la participación ciudadana, por ello es imperioso el establecimiento de una serie de criterios que garanticen el intercambio reflexivo, responsable y sin cortapisas, para que estos espacios devengan instrumentos de creación y difusión del saber.

Así, pues, la construcción de verdaderos foros públicos conlleva una responsabilidad compartida entre quienes proveen las plataformas y quienes las dotan de sentido.

Si bien se espera que la sensatez de los lectores oriente el debate, es imprescindible que el medio asuma la responsabilidad de propiciar y garantizar el libre intercambio de ideas, fundamentado, evidentemente, en el respeto y la tolerancia.

Romper con la ‘mordaza’ que ha impedido el diálogo ciudadano implica, además de establecer políticas que normen la calidad de los comentarios, un compromiso serio con el lector, centrado en la inclusión de sus puntos de vista.

El medio habrá de apostar por la participación ciudadana con el mismo ímpetu que lo lleva a resguardar, a costa de lo que sea, la imagen y credibilidad de sus colaboradores.

La instauración de nuevas formas de participación presupone elegir un modelo que resalte el papel de la prensa on line como mediadora del debate fecundo y, aunado a ello, desterrar la idea de que la consolidación del foro público se cimenta exclusivamente en el interés por atraer lectores y multiplicar el tráfico de usuarios.


TEXTOS CONSULTADOS

Alvarado, Nicolás (2010), “El vertedero” en El Universal”, 15 de enero.

Cacho, Lydia (2010), “No me regalen flores” en El Universal, 8 de marzo de 2010.

Gómez Leyva, Ciro (2010), “Twitter nos quiere matar de miedo” en Milenio, 25 de febrero.

Kovach, B. y Rosenstiel, T. (2003), Los elementos del periodismo, El País/Aguilar, Madrid.

Nava, César (2010), “Mis razones” en El Universal, 9 de marzo.

Periódico Reforma (2010), “Renuncia Gómez Mont al PAN”, 10 de febrero.

Periódico Reforma (2010), “Confirma Peña pacto escrito PRI-PAN”, 10 de febrero.

Riva Palacio, Raymundo (2010), “Es cierto, estamos jodidos” en El País, tres de marzo.

Zepeda, José (2009), Intervención en el seminario internacional “Compromiso con la libertad de expresión 2009”, realizado el 17 de agosto.

(Este ensayo se llevó a cabo con fines académicos en marzo de 2010 en la Escuela de Periodismo "Carlos Septién García". México, D.F.)

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