lunes, mayo 31, 2010

Fidel Herrera fustiga al gobierno federal

En ocasiones se asume como hombre institucional, pero en otros tiempos divide, genera críticas partidarias en contra de la seguridad nacional.

Por Israel Roldán

Los mensajes enviados desde Veracruz hacia el altiplano del país son ambivalentes: la línea discursiva de su gobernador Fidel Herrera Beltrán es una bajo el rol de mandatario estatal y otra cuando se asume como activo del Partido Revolucionario Institucional.

Apenas el 22 de enero de este año durante la apertura de los trabajos de la Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario del PRI en la LXI Legislatura federal, celebrada en la turística ciudad de Boca del Río, advertía en su discurso que México no es un Estado fallido sino que “(…) hay si acaso un gobierno fallido (…)”.

Lo expresó ante su presidenta nacional Beatriz Paredes Rangel; el diputado federal Francisco Rojas Gutiérrez -líder del priismo en la Cámara Baja del Congreso de la Unión-; gobernadores emanados de su partido Mario Marín, de Puebla; Miguel Ángel Osorio Chong, Hidalgo; Enrique Peña Nieto, Estado de México; e Ivonne Ortega Pacheco, Yucatán; además de 437 diputados federales del tricolor.

Un mes antes, el 22 de diciembre de 2009 en la parte final del mensaje de su comparecencia en el Congreso del Estado de Veracruz con motivo del quinto informe de gobierno, Fidel Herrera destacaba que el país vivía horas difíciles que obligaban a mantener la unidad. “Conciente de lo que digo y de lo que propongo, es la hora de brindarle desde Veracruz el más amplio respaldo al presidente Felipe Calderón Hinojosa. Estamos con él y con las instituciones de la república para luchar por un México de libertades, de justicia y de derecho”.

Esa madrugada en Tabasco se registró el crimen de 4 familiares -entre ellos la madre- del Tercer Maestre de Fuerzas Especiales de la Secretaría de Marina Melquisedec Angulo Córdova que perdió la vida al enfrentar a Arturo Beltrán Leyva “El jefe de jefes” el miércoles 16 de diciembre en Cuernavaca, Morelos.

Fidel Herrera (4 veces diputado federal y senador de la república) es gobernador de Veracruz desde el 1 de diciembre de 2004. El próximo 4 de julio en el estado -al igual que en 14 entidades más del país- habrá elecciones para renovar el Poder Ejecutivo, la Legislatura local (30 diputaciones uninominales y 20 por la vía plurinominal) y 212 presidencias municipales.

Entre los asistentes a los trabajos de la Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario del PRI de la LXI Legislatura federal figuraron 3 priistas posicionados para competir por la candidatura de ese partido a la Presidencia de la República en 2012.

Según encuesta de Consulta Mitofsky (que levantó 1,000 cuestionarios entre mexicanos mayores de 18 años con credencial de elector en viviendas particulares entre el 25 de septiembre y el 24 de noviembre en todo el país) difundida el 1 de diciembre de 2009, pregunta a los priistas ¿A quién de éstos prefiere como candidato? Enrique Peña Nieto fue ubicado como el más popular (66.3%), seguido de Fidel Herrera Beltrán (9.5%) y Beatriz Paredes Rangel (8.6%). En ese foro además convergieron líderes priistas de todo el país que llevaron propuestas legislativas de los gobernadores emanados de ese partido.

En su participación, el priista Fidel Herrera Beltrán destacó en su discurso las particularidades de su partido: experiencia para gobernar, voluntad de servicio y compromiso social como fuerza política, elementos que permitirán que “México recupere la prosperidad”.

Se trata de un mensaje para recordar el pasado (por su contenido sobre la construcción del país a partir del Priato) que al mismo tiempo expone los reclamos del futuro. La carga emocional se concentra ahí.

Interpela la acción legislativa (únicamente del priismo) para que México recupere los espacios perdidos por la crisis económica y de seguridad.

Y reclama el fracaso y los retrocesos de la nación “(…) que iniciaron con la alternancia y se han desarrollado con mayor intensidad en esta última década (…).

Le pide a los diputados que se saquen las reformas legales para hacer una política social y económica colocadas en una misma estrategia.

Fidel Herrera fustigó a la administración federal al asegurar que México no es un Estado fallido, “hay si acaso un gobierno fallido que requiere de la acción que desde la pluralidad tenemos la obligación, como posición constructiva y vigilante, de aportar ante la incapacidad de los que no saben ni gobernar, ni decidir, ni resolver”.

También al criticar los programas de asistencia social que son utilizados como estrategia de política electoral, al igual que las de seguridad nacional y pública, pues advierte que no se debe exponer a la sociedad a las consecuencias de una lucha que no da los resultados presupuestados en contra del crimen organizado.

Ante líderes de su partido, gobernadores y diputados federales (electos apenas el 5 de julio pasado) convocó a que en el año de elecciones locales el PRI vuelva a ser gobierno en los sitios en los que haya que recuperar al gobierno.

… ¿Y qué, entonces, con aquel llamado a mantener la hora de la unidad de su mensaje del mes previo expresado ante legisladores locales de todos los partidos políticos en el Congreso del Estado?

Quien habla en el discurso del 22 de enero no es el Poder Ejecutivo de Veracruz, ese que se asume como un ente de respaldo para la política emprendida por la Presidencia de la República.

Tampoco es solamente Fidel Herrera Beltrán. Es si acaso el interlocutor del priismo que enfrentará elecciones en 15 estados del país y que advierte al panismo y al resto de las fuerzas políticas que ‘barrerá’ con las gubernaturas y los congresos de los estados; también de las presidencias municipales; que echará mano del Poder Legislativo para detener los intentos de la federación por impulsar su política asistencial para favorecerse en los escenarios electorales de 2010.

Detrás del discurso del priista veracruzano está la advertencia al electorado de que mantener al PAN en la Presidencia de la República es correr el riesgo de acabar con las instituciones construidas durante el Priato y que sólo ese partido puede recuperar la prosperidad para México.

Y para dejarlo bien claro, en ese foro expone a los líderes naturales del tricolor. No es ocasional la presencia de esos cuatro mandatarios:


En las elecciones de julio del año pasado, por ejemplo, Mario Marín condujo a los candidatos del PRI a diputados federales a ganar los 16 distritos electorales que conforman el estado de Puebla; en Hidalgo los abanderados del tricolor ganaron los 7 distritos de la mano de Miguel Ángel Osorio Chong; Enrique Peña Nieto se levantó con triunfos en las urnas en las 38 demarcaciones de un total de 40 del Estado de México; Ivonne Ortega Pacheco y el PRI de Yucatán obtuvieron los 5 distritos. En el caso de Veracruz y Fidel Herrera se ganaron 17 de un total de 21.


Con la presencia de tres ‘presidenciables’ del tricolor la carga discursiva se enfiló hacia el interior y exterior del priismo; el mensaje de unidad fue para favorecer al PRI de Hidalgo y Oaxaca, en donde el PAN y PRD formalizaron su alianza para las elecciones locales con la que -aseguran sus dirigencias nacionales- sacarán al Revolucionario Institucional del palacio de gobierno.

El discurso de Fidel Herrera mantuvo en cada uno de sus enunciados la carga coercitiva al disponer la prioridad de los asuntos: recuerda el surgimiento y consolidación priista, la construcción de la nación durante sus gobiernos y lo que desde su perspectiva reclama el futuro de México. Deslegitima al panismo en el poder cuando exalta los deseos de los electores: hay un “México que reclama democracia y justicia social hoy más que nunca”; interpela al año electoral.

Unos días después el Ejecutivo veracruzano rectifica. A la renuncia del secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont al Partido Acción Nacional advierte que los deseos de Veracruz, por encima de todo, es seguir cumpliendo, a través del interlocutor que sea, con el deber político y respaldar “sin ningún límite al presidente Calderón”, (según entrevista concedida a medios en acto público del 12 de febrero en el World Trade Center de Boca del Río).

Y continúa: “Queremos atender los problemas de seguridad y los problemas de la economía y quiero reformas, quiero cambios, quiero empleos, quiero que a mi país le vaya bien, quisiera que a todo México le vaya como a Veracruz (…)”.

La ambivalencia discursiva: mensajes con aíres del pasado y vientos con rumbo hacia el futuro.

(Este texto se publicó originalmente en el portal de noticias www.ejecentral.com.mx el 18 de febrero de 2010)

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