Por Israel Roldán
Se lo pedí a Santa. Celebro que no haya atendido mi solicitud, pues será más oportuno como regalo para comenzar el 2011. Me olvido de tantas cosas materiales porque no estamos como para despilfarros y mucho menos en el gremio periodístico.
Me distraigo de mi actividad reporteril para aclararles que ni oro, ni incienso o mirra serán aceptados. Los reclamos van a nombre de los colegas. Cuesta trabajo decidir cuáles porque son muchas las carencias observadas en el año por el ejercicio periodístico.
En un trabajo de conciencia habría que inclinarse por tres regalos: capacidad para que medios de comunicación se pongan de acuerdo y definan criterios sobre la transmisión de contenidos elaborados y difundidos por el crimen organizado; talento para lograr organizarse y reclamar –esta vez en serio– mayor protección para el ejercicio informativo; y verdadero compromiso para evitar arrebatos noticiosos motivados por la reclamada inmediatez.
Son urgentes. Sean bondadosos. No deben esperar un año más.
Si en enero pasado los hubieran concedido –cuando también se los pedí–, en 2010 se habrían evitado tantos titulares del narcotráfico, fotografías de narcomantas o decapitados colgando de puentes, siempre destacados en portadas y en horarios prime time de la televisión.
(Texto publicado originalmente en el portal www.ejecentral.com.mx el 5 de enero de 2011)
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